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domingo, 28 de octubre de 2012

Botiquín de primeros auxilios

"La inteligencia busca, pero quien encuentra es el corazón" (George Sand)


La primera vez que escuché la palabra botiquín fue en la escuela, cuando alguna de las compañeras necesitaba curación nos mandaban a la enfermería por el "botiquin", sabemos que es una cajita con medicamentos pero cómo y quién lo inventó?

En las guerras se llevaban los instrumentos  médicos en mochilas, el primer botiquín moderno de primeros auxilios fue desarrollado en 1828 por el Dr. Wilhelm Wienerschnitzel quien se asoció con el ingeniero industrial ruso Dimitri Ivanovich Votikyn para llevar a cabo su producción en masa.

Votikyn traicionó a su socio tomando las patentes para sí e imponiéndole su apellido a la invención, el Dr. Wienerschnitzel se retiró a su natal Alemania a producir su propia versión. Tras varios años de investigación y experimentación, Votikyn desarrolló el primer modelo para ser cargado a la espalda



A partir de entonces, la miniaturización y los avances de la medicina han contribuido a la reducción del botiquín a su tamaño actual.




Cabe anotar que el Botiquín no es una farmacia portátil, es un recurso básico, con los elementos indispensables para personas que prestan primeros auxilios en caso de accidentes o enfermedad repentina. Su dotación particular debe corresponder a la región, a la actividad para la cual se requiere y de las competencias de las personas que hacen uso de él. Debe estar en el hogar y en todo sitio donde haya riesgos y/o aglomeración de personas, debemos ubicarlo en un sitio marcado, de fácil acceso, visible para todas las personas, debe permanecer con llave y fuera del alcance de los niños.

Dotación de un botiquín casero


Antisépticos:

Alcohol 70%, Agua Oxigenada, Jabón líquido con Clorohexidina, Gel antibacterial (alcohol glicerinado).
Estas sustancias tienen como objetivo la prevención de infecciones, evitando el crecimiento de gérmenes que comúnmente están presentes en toda lesión.
Hay presentaciones individuales en sobres con pañitos húmedos, en pequeñas cantidades de solución, se facilita su transporte y manipulación.

No es recomendable el uso de la Yodopovidona, germicida de acción rápida que se utiliza para la desinfección porque puede producir reacción alérgica por el yodo, los nombres comerciales son: Bactroderm, Isodine, Yovidona, Wescodyne, Pprepodyne.
El alcohol se usa para desinfectar termómetros, pinzas, tijeras o cualquier instrumental que vayamos a utilizar, se usa para la limpieza de la piel antes de aplicar una inyección, no es aconsejable aplicarlo en una herida porque irrita los tejidos.
Material de curación:

Algodón en torundas (bolas), gasas estériles 10x10 (paquetes), vendas surtidas de tela (3”x5 yardas, 5”x5 yardas, triangulares) y una venda elástica de 3”x5 yardas, aplicadores de madera, bajalenguas, curitas surtidas (rectas y en mariposa), micropore de 1”, esparadrapo de 1”, apósitos de ojo.

Este material es indispensable en un botiquín de primeros auxilios y se utiliza para controlar hemorragias, limpiar, cubrir heridas o quemaduras y prevenir la contaminación e infección.

Las gasas se utilizan para limpiar, cubrir heridas o detener hemorragias.

Los apósitos son almohadillas de gasa y algodón estéril, absorbente, vienen en varios tamaños, para los ojos se utilizan de 4cm x 6.5, si no se dispone de ellos elabórelos con la gasa normal, se recorta y se aplica teniendo precaución que todos los bordes queden al interior de tal manera que ninguna hebra quede en contacto con la herida.
Las vendas de tela se utilizan para cubrir la parte del cuerpo lesionada, en heridas, hemorragias, fracturas, esguinces y luxaciones. Con las vendas elásticas se consigue una inmovilización importante de la zona vendada pero no elimina totalmente el movimiento, no deben ser utilizadas en lesiones con inflamación, podría ocasionar problemas vasculares.
Los aplicadores o copitos se utilizan para extraer cuerpos extraños en ojos, limpiar heridas donde no se puede hacer con la gasa y aplicar antisépticos en cavidades.
Los bajalenguas en primeros auxilios se utilizan para inmovilizar fracturas o luxaciones de los dedos de las manos.

Esparadrapo, Micropore:  se utilizan para fijar gasas, vendas, apósitos y para afrontar bordes de las heridas.
El algodón se utiliza para forrar tablilla o inmovilizadores, improvisar apósitos, desinfectar instrumental.

Medicamentos: 
  • Analgésicos antipiréticos (Acetaminofén, Novalgina)
  • Antidiarréico suspensión (Kaolín Pectina), Buscapina simple, Plasil tabletas
  • Mareol o Dramamine, Loratadina jarabe
  • Sobres con sales para rehidratación oral – SRO 
  • Tubo de crema Sunder para quemaduras
  • Gotas neutras para ojos (preferiblemente de manzanilla)
  • Azúcar en cubos. (en caso de baja de azúcar), se coloca debajo de la lengua, se disuelve fácilmente.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Breve historia de los Primeros Auxilios

"El amor es la única respuesta sensata y satisfactoria al problema de la existencia humana" (Erich fromm)


Hola, gracias por leer este espacio, para mi es muy grato compartirles lo que aprendí en este curso, con la intención de aportar algo de valor para quien quiera aprender, en este caso, sobre los primeros auxilios.

Uno cree y piensa que "a mi no me va a pasar" y ojalá que así sea y nunca tengamos que utilizar estas técnicas, pero lo mejor es estar preparados por si acaso, y como dicen las abuelas "más vale prevenir que tener que lamentar".

Breve historia

Se tiene poca información a cerca de los incios de los primeros auxilios, varias fuentes afirman que surgieron durante las guerras en el siglo XI, en donde la atención médica era provista por caballeros religiosos (caballeros Hospitaller) proporcionando cuidado a los peregrinos, a los caballeros heridos en batallas y entrenando a otros caballeros para tratar lesiones comunes del campo de batalla.

Fue hasta 1859 cuando se volvió a recurrir a grupos organizados especializados en primeros auxilios, en la batalla de Solferino (Italia), las tropas francesas y piamontesas derrotaron a los austríacos en Solferino, en el sur del Lago de Garda, la batalla fue un baño de sangre pero abrió a Italia las puertas de la unidad.

Batalla de Solferino- Pintura de Carlo Bossoli
Henry Dunant, suizo, filántropo y activista en favor de la causa humanitaria, durante un viaje de negocios el 24 de junio de 1859, pasó por Solferino, población al norte de Italia justo después de una sangrienta batalla de 9 horas en la que los ejércitos de Francia y Cerdeña derrotaron al ejército austríaco. Al observar las secuelas de la batalla de Solferino, unos 40.000 hombres yacían muertos o agonizantes en el campo de batalla,  los heridos no recibían atención médica alguna, frente a tal horror, Henry Dunant decidió organizar en lo posible a la población más cercana, en su mayoría mujeres a fin de asistir a los heridos sin importar de qué ejército formaban parte, organizó la compra de materiales y ayudó a levantar hospitales de campaña, aparentemente no hablaba italiano, de manera que mientras auxiliaba insistía en dos palabras: “tutti fratelli” (todos hermanos) que aprendió de sus colaboradoras.
De regreso a Ginebra, Dunant escribió el libro “Recuerdo de Solferino”, en él relata su experiencia en aquel campo y propone crear una organización neutral que asista a los soldados heridos. Dunant promueve su idea en Europa y el 3 de febrero de 1863, Gustave Moynier, entonces presidente de la Sociedad de Ginebra para el Bienestar Público, decide tratar el tema en una reunión, se crea así un comité de cinco personas entre ellas Dunant, cuyo primer encuentro oficial se realiza el 17 de febrero de 1863, fecha considerada como la de la fundación del Comité Internacional de la Cruz Roja.

  
Fuentes

http://en.wikipedia.org/wiki/First_aid http://www.historiadelamedicina.org/